MEDICAMENTOS DE PRESCRIPCIÓN

Cuando nos referimos a medicamentos objeto de abuso, estamos hablando de drogas o medicamentos y sus derivados que son prescritos por los médicos de forma habitual para el tratamiento de dolencias de diversa índole, y que son adquiridos en las farmacias mediante la correspondiente receta oficial.

Por tanto el abuso de medicamentos de prescripción es el uso de estas sustancias sin la correspondiente receta, de forma distinta a la prescrita, o utilizados de forma lúdica para experimentar sus efectos. En resumen: el uso no médico.

Su empleo es habitual para tratamientos del dolor, trastornos de déficit de atención o la ansiedad. En todo el mundo, y por supuesto en España, han aumentado los casos de sobredosis en las emergencias médicas.

Principalmente hay tres medicamentos que se engloban médicamente en las siguientes categorías, y que son objeto de abuso:

-Los opioides para tratamiento del dolor.

-Los depresores del sistema nervioso central (SNC), con los que se tratan problemas de ansiedad y el sueño.

-Los estimulantes, con los que se tratan trastornos de déficit de atención con hiperactividad (TDAH, o ADHD por sus siglas en inglés).

-Otras sustancias susceptibles de abuso, como pueden ser derivados opioides, bien naturales o sintéticos para tratamiento de otras enfermedades (jarabes para la tos, por ejemplo), y que muchas veces no requieren receta médica.

Dependencia física y adicción
Producen dependencia física, que es controlada médicamente al interrumpir su uso, bien reduciendo las dosis progresivamente o con la sustitución por otras sustancias. Nos encontramos ante la vía yatrógena para llegar a ese punto de adicción.

La adicción en este caso se daría en la búsqueda compulsiva del consumo de la sustancia a pesar de conocer los efectos y consecuencias del uso de la misma. En ambos tipos se da la tolerancia física.

Opioides para el tratamiento del dolor
Destacan la morfina y los derivados del opio para tratamiento de la tos (opiáceos y derivados).

Depresores del SNC
Son conocidos como sedantes y tranquilizantes, normalmente recetados en las consultas, que se encuentran en otras páginas del blog y entre los que destacan:

-Benzodiacepinas: diazepam (Valium), alprazolam (Xanax), y que no suelen recetarse por períodos muy prolongados en el tiempo debido a la dependencia y tolerancia que desarrollan.

-Medicamentos para dormir, no benzodiacepínicos: zolpidem (Ambien), eszoplicona (Lunesta) y otros, con estructura química diferente a los anteriores pero que actúan sobre los mismos receptores del SNC. Se considera médicamente que tienen menos efectos secundarios y dependencia.
Entrada sobre el Ambien

-Barbitúricos: por ejemplo el mefobarbital. Se usan en determinados trastornos, y conllevan un riesgo elevado de sobredosis en su consumo. Además tiene el peligro de su uso asociado al alcohol con potenciación de sus efectos.
Los efectos de todos ellos, al comienzo del consumo es de somnoliencia, falta de coordinación, desapareciendo cuando el cuerpo desarrolla tolerancia. De ahí vienen las advertencias de los envases que recomiendan no conducir o manejar máquinas. Conllevan también el peligro de su uso con otros medicamentos.

Estimulantes
Medicamentos que aumentan el estado de alerta, atención y la energía. Elevan la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la respiración.
Tratamientos para el TDAH

Recursos:
https://www.drugabuse.gov/

http://www.dea.gov/

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21247221

http://www.nhtsa.gov/people/injury/research/job185drugs/morphine.htm
NIH: Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas

https://d14rmgtrwzf5a.cloudfront.net/sites/default/files/prescriptiondrugs_rrs_sp_1.pdf
(Manual NIDA)

https://es.drugfreeworld.org/drugfacts/prescription/depressants.html

http://www.narconon.org/es/consumo-de-drogas/efectos-abuso-medicamentos.html

http://www.amputee-coalition.org/spanish/inmotion/jul_aug_05/hooked.html

https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/prescriptiondrugabuse.html

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