CANNABIS, MARIHUANA, HACHÍS Y SUS DERIVADOS

CANNABIS

La Cannabis Sativa L. es una planta del género de las moráceas de la que se obtiene la fibra del cáñamo, la marihuana y el hachís. Es una de las drogas que más literatura  origina y controversias por diferencias de opiniones. Las dos últimas son drogas de uso no médico. Si bien su uso se conoce desde hace centenares de años, la importancia de su consumo contemporáneo no tiene precedencia en la historia. Su introducción masiva en el mundo occidental a finales de 1.960 originó grandes discusiones cuya magnitud e importancia en Estados Unidos han sido comparadas al tema de la Guerra de Vietnam. Actualmente sus partidarios abogan que los riesgos para la salud no son elevados y posiblemente menores que los derivados del consumo de alcohol y tabaco y que su utilización debería estar permitida. Los que están en contra hacen referencia a los riesgos desconocidos que supone el acumular otra droga de uso social a dos que ya constituyen suficientes problemas sanitarios, y la eventual aparición de efectos indeseables a largo plazo. En cualquier caso, la mayoría de los estudiosos sobre este tema se muestran cautelosos en sus conclusiones.

Plantación de cannabis. Imagen: cultiva.me
Historia
La Cannabis Sativa probablemente es originaria de Asia. Su cultivo se extendió hacia China, India, Persia, Norte de África y Europa Meridional (donde fue difundida por los griegos y especialmente los romanos). El cultivo de la cannabis fue habitual para la producción de fibra (el cáñamo), empleada para hacer cuerda, alpargatas, sacos, tejidos, etc. Además de las semillas se extraía un aceite secante utilizado para hacer pinturas y jabón, para quemar... También se ha ido seleccionando una variedad de la planta que se caracteriza por tener una riqueza especial en sustancias psicoactivas. De hecho, la producción industrial de cáñamo, que alcanzó su máximo hacia la segunda mitad del siglo XIX, ha ido disminuyendo gradualmente a causa de la competencia de las fibras artificiales, al tiempo que iba incrementado el cultivo de la variedad rica en principios psicoactivos para su consumo como droga.
En el año 2.737 a.C. en China se registra la primera descripción de la planta. Un mito perpetuado por muchos escritores modernos consiste en referirse a su utilización milenaria con fines terapéuticos; y quizás la referencia más antigua se encuentra en documentos asirios de unos 800 años a.C. 
En las relaciones musulmanas del Oriente Medio y del Norte de África, la cannabis ejerce las funciones de intoxicante social sustituyendo el alcohol del mundo occidental, sin duda por la prohibición religiosa. Su utilización es ilegal en la mayoría de estas reuniones, pero el consumo regular es habitual.

En el norte de Persia durante el siglo XI se convirtió en el agente de influencia de una secta con tendencias políticas que se destacaba por el fanatismo con la que sus miembros perpetraban salvajes asesinatos. El jefe más poderoso de aquél grupo, un hombre llamado Hassan Sabah, fue quien introdujo el uso de la planta entre la banda de asesinos, como recompensa por trabajos bien realizados. Tomó el nombre de hachisch o don de Hassan, y sus hombres, que por lo general estaban ebrios de hachisch se convirtieron en los hombres bajo la influencia del hachisch, de donde derivó el singular término árabe hachischin

Posteriormente en el siglo XIII la cannabis llegó al continente africano, inventandose la pipa para fumar los derivados del cáñamo, aprovechando al máximo los principios activos.


Pipa para fumar cannabis. Imagen: growlandia.com

A finales del siglo XVI Inglaterra deseaba incrementar su flota mercante en el mar, necesitando más sogas y velas para aparejar sus barcos. Por esta época vio disminuido el suministro del cáñamo por la pérdida de las Indias Orientales. Introdujo la planta en el Estado de Virginia y su explotación se convirtió en el principal producto de la industria textil inglesa. Con el descubrimiento del barco de vapor la producción disminuyó considerablemente.

El uso no médico de la cannabis en Europa Occidental fue introducido probablemente por las tropas de Napoleón, cuando volvieron de la campaña de Egipto a principios del siglo XIX. Su uso se puso de moda entre las clases sociales cultas. No obstante este uso no tuvo su importancia máxima hasta finales de 1.960. En el sur de África y en las regiones del Caribe el uso de cannabis es casi exclusivo de las clases trabajadoras.
En España no existen datos suficientes, aunque algunos estudios sugieren que por lo menos un 35% de nuestra juventud conoce sus efectos. Si bien la proximidad con el Norte de África ha permitido que en España nunca se desconociera la grifa, tras el boom observado en Estados Unidos y en Europa del Norte, también se ha asistido a un incremento considerable de su consumo entre la juventud española en los últimos años de una forma progresiva.

El Primer Manifiesto para Terminar con la Prohibición sale a la luz en 1965. En el documento se defiende la libertad individual para consumir o no substancias psicoactivas, propone que se revise la legislación antinarcóticos. Asegura también que la mayoría de los mejores poetas, pintores, músicos, cineastas, escultores, actores, cantantes y editores de Estados Unidos e Inglaterra han fumado marihuana durante años. Personalmente pienso que esto es la mayor tontería de la historia, pues alguien que carece de capacidades artísticas no las va a adquirir mediante su consumo. 

En España algunas son la Asociación Ramón Santos para Estudios del Cannabis (ARSEC) la Sociedad de Estudios del Cáñamo de Euskadi (Kalamudia) y la Asociación Madrileña de Estudios del Cannabis (AMEC). La Asociación Ramón Santos para Estudios sobre el Cannabis, no sólo practica una resistencia pasiva sino que ha publicado el Manual de cultivo para el autoconsumo, que es un compendio de la sabiduría y recomendaciones de sus dirigentes.Esta asociación también ha sido una pionera al organizar y poner en marcha una estrategia para dialogar con el poder judicial del Estado Español.
La marihuana es la sustancia ilegal de mayor consumo a nivel mundial. Según cálculos oficiales de la propia DEA, actualmente cerca de 50 millones de personas utilizan regularmente marihuana en los Estados Unidos. En España y Galicia no puedo hablar de cifras, pues desconozco si hay estudios en la materia.

Botánica de la planta y variedades
Aunque sus efectos secundarios sobre el cuerpo físico son muy inferiores a los de drogas legales y socialmente aceptadas como pueden ser el tabaco o el alcohol, la marihuana es uno de los psicoactivos más adictivos que existen, a pesar de que quienes preconizan sus múltiples y cada vez más reconocidas utilidades terapéuticas no parecen tomarlo muy en cuenta. Las semillas no contienen ningún elemento que actúe sobre el sistema nervioso central y son en cambio una fuente alimenticia altamente nutritiva: sólo un puñado de ellas suministra los requerimientos diarios de proteína y ácidos grasos esenciales para un adulto. La pulpa puede utilizarse para fabricar papel, para tejer cuerdas e hilar lonas. El documento original que contiene la Constitución de los Estados Unidos se escribió en papel hecho con cáñamo, las primeras hamacas de las costas mexicanas se tejieron con hilo de cáñamo e incluso los primeros jeans Levi's se confeccionaron también con lona del cáñamo. El cáñamo psicoactivo y sus derivados, esto es, la marihuana y el hachís, son los primeros y más fuertes candidatos para su legalización, pues cada vez son más los territorios que están aceptando y despenalizando sus usos terapéuticos en todo el mundo.

La Cannabis Sativa L
El significado de la denominación de Cannabis Sativa L. quiere decir: cannabis (cáñamo), nombre genérico, sativa (planta o diseminada) nombre específico, y la consonante L., se refiere a la inicial del apellido del botánico sueco Linneo, que hizo su clasificación botánica. Es una planta herbácea anual con tallo erecto que crece de 1 a 3 metros de altura; las hojas son palmiformes de 5 a 7 segmentos largos y profundamente dentados. Es dióica, las plantas masculinas (que crecen y duran menos que las femeninas) producen racimos laxos de flores verdosas y las femeninas tienen las flores en forma de ampolla, reunidas en las sumidades de las ramas o las axilas de las hojas. Para su cultivo óptimo se requieren climas cálidos y húmedos; por esto las zonas ideales son las sierras y montañas de regiones semitropicales como Méjico, Colombia, Líbano, picos bajos del Himalaya y las montañas del Riff de Marruecos.

Hoja de cannabis sativa L.
Los cañamones contienen un 35% de aceite y son empleados para la fabricación de perfumes y pinturas, siendo utilizados los residuos como fertilizantes en agricultura. También se emplean para la alimentación de pájaros; en la alimentación humana, especialmente como aperitivos, una vez tostados y salados. Las plantaciones industriales del cáñamo sobre todo para la obtención del papel de fumar, se hace a base de un tipo de planta monóica, es decir, las dos plantas, masculinas y femeninas, nacen de un mismo pie y tienen un solo tallo.

El crecimiento del cáñamo depende del fotoperíodo por lo que depende de él para su recolección ya que las plantas interrumpen su crecimiento, por lo que la cosecha será mayor cuanto más precoz haya sido su siembra. Por el fotoperíodo la planta femenina produce flores cuando percibe la disminución del día. La recolección varía según el destino de la plantación:

-Las industriales comenzarán a recolectarse al final de la floración

-Las destinadas a cañamones tendrán que recolectarse una vez que el fruto esté formado.

-Las destinadas a drogas se recolectan una vez que comienzan a amarillear las hojas inferiores de la planta, previa eliminación de las plantas machos con objeto de que no polinicen las flores femeninas.

La legislación española especifica respecto al cultivo de cáñamo que podrá ser cultivada todo especie de cáñamo con fines industriales, siempre que éste no contenga propiedades alucinógenas. Con el fin de que su cultivo sea posible industrialmente se ha determinado que está autorizado todo cultivo cuyas plantas tengan un porcentaje de THC no superior al 0,6%.

Evidentemente es innegable que hay delincuentes que la consumen, como hay los que no la consumen. El hecho de la relación de esta planta con la delincuencia se ubica en su ilegalidad, es decir, no es que el usuario por su consumo realice actos de delincuencia o criminalidad, sino que al sembrarla, comprarla, venderla, poseerla o transportarla, se convierte en un delincuente al incurrir en el tipo básico del delito.

Otras variedades
La Cannabis Sativa Índica, que si no se cosecha puede llegar a alcanzar hasta 4 metros de altura. Sus hojas lanceoladas y dentadas pueden llegar a medir 15 cm de largo la distinguen singularmente. Tienen digitaciones de entre 3 y 15 segmentos, aunque por lo general son de 7 a 9 fragmentos. Se reproduce por polinización a través del viento, por lo que su cultivo requiere la presencia de dos géneros: las plantas macho que producen el polen y las hembras que dan las semillas. Las hojas y las flores de ésta última contienen mayores concentraciones de THC y son las únicas que se utilizan por sus propiedades psicoactivas.

Diferencias de la cannabis sativa índica. Imagen: lamarihuana.com

La Cannabis Sativa Rudelaris, que se trata de la que menos principios activos posee.

Diferencias de la variedad Rudelaris. Imagen: arcuma.com
Los bancos de semillas holandeses
En la actualidad se pueden adquirir semillas de Cannabis de más de un centenar de variedades diferentes, índicas, sativas, híbridos y polihíbridos desarrolladas genéticamente por bancos de semillas holandeses que las venden por correo, internet; y diferentes herbolarios y tiendas dedicadas al cáñamo (recordemos que la tenencia de sus semillas no está penalizada). Algunos bancos holandeses son Sensi Seeds, Greenhouse, Paradise Seeds, Dutch Passion y Serious Seeds, y surgieron ante ante la necesidad de contar con una producción propia para los coffe-shops de Ámsterdam que vendían hachís y marihuana importados de baja calidad. La demanda de estas nuevas variedades aumentó y se fundaron las compañías entre cuyas variedades entre las que están, por citar un ejemplo las Sensi Star, Nebula, Dutch Dragon, Durga Mata, Jack Herer, Marley's Collie, Northern Lights, Mr. Nice, etc; que no dejan de ser denominaciones puramente comerciales de mezclas experimentales de especies.

Composición
La planta de Cannabis contiene alrededor de 400 sustancias químicas diferentes, 60 de las cuales están estructuralmente relacionadas con el tetrahidrocanabinol delta-9 o THC, que es el principal psicoactivo de esta planta. También contiene otros cannabinoles como el delta-8 que es el segundo activo; el resto de ellos son inactivos o activos débiles que tienen el potencial de aumentar su actividad junto con el THC. El Convenio Único de 1.961 define el cáñamo como droga en referencia a “las sumidades floridas o con fruto de la planta de la cannabis, a excepción de las semillas y las hojas no unidas a las unidades cuya resina no ha sido extraída, cualquiera que sea el nombre con que se le designe". Sin embargo, los principios activos se encuentran también en el tallo, hojas y semillas, aunque en cantidades menores y de forma especial en unas formaciones pilosas que rodean las flores femeninas, con forma de recipiente, llamadas cistolitos.  Los principales principios de la planta son:

-T.H.C. Tetrahidrocannabiol

-Ácido T.H.C. Transtetrahidrocannabiol

-C.B.N. Cannabinol

-C.B.D. Cannabidiol

Los dos primeros son los más psicoactivos. La concentración de sustancias, como ya decía anteriormente, depende de la variedad de la Cannabis: las que más poseen son índica y la sativa, y la menos concentrada es la rudelaris. La cantidad de THC varía entre 1 y 4% en los cultivos americanos y de 5 a 15% en las plantas asiáticas más resinosas. En las variedades genéticamente desarrolladas por lo general se busca que los valores sean los más altos posibles. 
Aprehensión de marihuana en hojas y ya preparada
Formas de consumo
Existen más de 200 denominaciones de los preparados derivados de la cannabis, según los países que la producen. Fundamentalmente podríamos agruparlos en cuatro clases:


a) Marihuana: consiste en el picado de toda la planta. También puede presentarse en rama o molida. Su riqueza activa oscila entre el 0,5% al 2% de THC, según se haya utilizando toda la planta o solamente las hojas en su elaboración. En España también se conoce la marihuana con los nombres de hierbagrifa, kiffi, congo, etc.

Marihuana en cogollos. Imagen: arcuma.com

b) Ganja: para su elaboración solamente se utilizan las flores femeninas prensadas, sin hojas y tallos. Su riqueza en THC oscila entre el 3% y el 4%.
c) Hachís: preparado a base de polvo resinoso segregado por las sumidades floríferas de la planta hembra. Su riqueza en THC oscila entre el 5% y 12%, según se haya empleado exclusivamente la resina o haya sido adulterada por otras partes de la planta molida. En España también es conocido el hachisch con los nombres de chocolate, mierda, hash, costo, etc.
Presentación del hachís
d) Aceite de hachisch: líquido alquitranoso, obtenido por destilación de la planta o del propio hachisch. Su riqueza en THC oscila entre el 20% y 70%. Normalmente se le conoce con el nombre de aceite.

Aceite de hachís. Imagen: la marihuana.com
Para usos terapéuticos y recreativos las hojas y principalmente las floraciones (cogollos) de la planta hembra se desecan, se trituran y se fuman en pipas comunes, pipas de agua, vaporizadores o cigarrillos.
También pueden mezclarse con harinas para preparar pastelesgalletasbrownieshotcakes, etc. Los efectos de la hierba fumada o inhalada a través de un vaporizador comienzan entre cinco y diez minutos después de su administración pulmonar y duran entre una y dos horas. Los efectos de la ingestión oral comienzan después de media; son más fuertes y más duraderos, pudiendo prolongarse hasta cinco horas máximo.
Finalmente se han encontrado receptores específicos en los que actúa el THC que intervienen en la coordinación de los movimientos voluntarios, en el hipocampo que es el asiento de la memoria a corto plazo y en el cerebelo, encargado de la coordinación del equilibrio y de los movimientos finos. En el lóbulo frontal y el temporal se halla el asiento de la memoria operativa y aquí también hay bastantes receptores. También se encuentran en lugares como la corteza estriada, la corteza cerebral y en el córtex frontal que controla las funciones cerebrales "ejecutivas", como por ejemplo las fantasías, la despersonalización y las alteraciones en la percepción del tiempo; en las regiones del sistema límbico relacionado con la conducta emocional y motivacional puede ayudar a explicar tanto los efectos euforizantes como su capacidad para desencadenar reacciones de pánico/ansiedad y el llamado síndrome amotivacional asociado al uso prolongado de este psicoactivo. Los canabinoides siguen siendo detectables en el plasma sanguíneo hasta 30 días después del consumo de hachís o marihuana debido a que las moléculas de los compuestos activos son absorbidas por los tejidos grasos y se liberan de manera muy lenta.

Dosificación
Como ya se ha mencionado, la potencia de este psicoactivo depende de diferentes factores como son la variedad de la planta, el clima en que fue cultivada y el tiempo que tenga de haber sido cosechada, por lo que la dosificación no es muy precisa. Tomando como parámetro un cigarro liado con material de potencia regular, la dosis baja puede alcanzarse con ½ cigarro, la dosis media con uno y las altas con más de uno.
Si existe una dosis letal, aún no se tienen noticias al respecto. Se ha especulado mucho en torno al aumento en las concentraciones de THC en los cultivos a partir de la década de los setentas puesto que se cree que una mayor calidad del producto implica un mayor riesgo de intoxicación; sin embargo, los usuarios habituales de marihuana suelen practicar lo que se conoce como autorregulación, esto es, fuman hasta reconocer los efectos que esperan; si la marihuana no es de buena calidad, siguen fumando, si es muy potente, dejan de hacerlo.

Usos terapéuticos
El cáñamo era una especie de panacea antes de su prohibición y parece que continúa siéndolo a pesar de ella. En diversos países asiáticos y latinoamericanos sus varas se hierven para conseguir infusiones relajantes capaces de facilitar las contracciones durante las labores de parto; sus hojas maceradas en alcohol se untan para curar los dolores reumáticos o se fuman para aliviar el asma y los dolores de cabeza provocados por la migraña.
Actualmente se está estudiando, principalmente en el Reino Unido, el uso de canabinoides sintétizados a partir del THC como el dronabinol comercializado como Marinol, y la nabilona como Cesamet. Estos fármacos sintéticos buscan aislar las propiedades físicamente terapéuticas de las alteraciones perceptuales, pero no han tenido mucho éxito en desligar una cosa de la otra.
Los mayores méritos de la marihuana como agente terapéutico en la medicina occidental están en la inhibición de los cuadros de náuseas, vómito, pérdida de apetito y dolor en pacientes con cáncer que reciben quimioterapia, o en pacientes que padecen sida y se les administra AZT. De forma experimental también se está utilizando con bastante éxito en los cuadros de arterisclerosis múltiple, principalmente para suprimir los espasmos sintomáticos. En el tratamiento experimental de glaucoma, provocado por una presión excesiva de fluido dentro del globo ocular, la marihuana, fumada o los derivados del TCH administrados en forma oral, reducen considerablemente la presión. Y uno de sus componentes, el ácido canabidiólico está considerado como un poderoso desinfectante. Estos son los únicos usos terapéuticos que a la fecha reconoce la medicina institucional. No obstante, tal reconocimiento no ha hecho cambiar la legislación que prohíbe su uso médico a nivel mundial. Únicamente se ha legislado al respecto en Alemania, el Reino Unido, en algunos estados de la Unión Americana y recientemente en España.

El perfil de seguridad del THC -el ingrediente activo del cannabis- es bueno, ya que presenta una toxicidad muy baja a corto y a largo plazo. Sin embargo, algunos de sus efectos agudos, entre ellos reacciones centrales desagradables, intoxicación y lesiones temporales de las funciones motoras y cognitivas, limitan la utilidad del THC como fármaco. Al parecer, existe un margen muy estrecho entre las dosis que producen los efectos deseados y los indeseados.

Debido a los efectos cardiovasculares del THC y a su tendencia a empeorar los síntomas de esquizofrenia, los pacientes con trastornos mentales o con enfermedades cardiovasculares no son sujetos aptos para tratamientos eleborados a partir del cannabis. Como sucede con otros muchos fármacos que afectan el SNC, se debería evitar el cannabis durante la gestación.

La seguridad de la marihuana fumada es una cuestión más controvertida, ya que en un buen número de consumidores habituales provoca bronquitis crónica, y debido al riesgod e que a largo plazo se establezca una relación con los cánceres del tracto respiratorio, no parece aconsejable recomendar su uso prolongado. Con todo, en determinados casos de pacientes gravemente enfermos está justificado el uso de la marihuana con fines humanitarios.

En todos los casos, sin olvidar el uso de la marihuana fumada, hacen falta pruebas clínicas mejor controladas y se necesita también, con urgencia, investigar en la mejora de los métodos de administración del fármaco.

En las farmacias españolas se puede encontrar como componente del Sativex, un fármaco que mejora las condiciones de vida de algunos enfermos de esclerosis múltiple. Estaba previsto el comienzo de su comercialización a finales del cuarto trimestre del 2010.

De todas formas habrá que esperar a que los laboratorios desarrollen de forma segura algún tipo de medicamento no experimental y compruebe su efectividad.

Efectos psicológicos y fisiológicos
Los efectos psicológicos no son fáciles de describir, ya que en sí, la intoxicación con cannabis tiene diferentes síntomas y son de carácter impredecible. Cada individuo tiene una experiencia diferente en cada ocasión que la utiliza. Tomando esto en consideración, sólo es posible mencionar algunos aspectos generales que aparecen como constantes en varias investigaciones científicas:

-Aumento en la agudeza visual, táctil, gustativa y sobre todo auditiva. Referente a la concepción distorsionada del tiempo, tenemos que esta es una de las pocas variables en las que coinciden unánimemente todos los estudios.

-A dosis bajas suele experimentarse además un descenso considerable en el nivel de atención y una sensación de conciencia personal más marcada.

-En dosis medias los cambios son más visibles, mientras que en dosis altas pueden producirse ilusiones visuales, lasitud y somnolencia que culminan en un sueño profundo.

El consumidor habitual deja de percibir estos efectos iniciales a medida que se acostumbra a estar en un estado modificado de conciencia y a partir de entonces las sensaciones que encuentra son bastante más subjetivas como introspección, creatividad, tranquilidad, relajación, percepción aumentada o especializada, etc. 

En la mayoría de los sujetos, a medida que los efectos van desapareciendo, suele surgir un gran apetito, con preferencia por los alimentos dulces, lo que se basaba antiguamente en la teoría de que se debe a una hipoglucemia provocada por la acción de los componentes activos de la hierba. Al parecer no hay cambios de importancia en los valores sanguíneos del azúcar después de haber fumado cannabis. Se sugiere que los alimentos dulces son oportunos para aumentar la glucosa disponible y mantener la oxigenación óptima.

En cuanto a los efectos físicos tenemos que después de la administración se presenta una ligera aceleración del ritmo cardíaco, dilatación de los vasos sanguíneos, expansión de los bronquiolos, enrojecimiento de los ojos y sequedad de boca. La coordinación psicomotriz puede sufrir alteraciones dependiendo de la cantidad utilizada. En mediciones con  electroencefalografía (EEG) las respuestas a la acción aguda de este psicoactivo evidencian una actividad cerebral propia de un patrón correspondiente a la vigilia, aunque otras veces se observaba una actividad cerebral de onda corta y lenta, típica del estado de reposo o sueño; además se reveló que las variaciones durante el sueño posterior al consumo de marihuana mostraban un cambio significativo en sus patrones, al reducir los sujetos el número de movimientos oculares rápidos que caracteriza la fase REM. En el caso de consumidores crónicos se han detectado anormalidades menstruales en las mujeres y disminución en las concentraciones de testosterona y espermatozoides en los hombres. Desconozco si existe algún estudio sobre posibles daños genéticos en bebés cuyos padres consumen habitualmente marihuana.

Presentadora de TV en un programa sobre el consumo de hachís. Imagen: Cuatro.com
Por otra parte, la mayoría de consumidores que fuman marihuana diariamente durante un lapso mayor de dos años, presentan un patrón crónico de fatiga, pereza, inestabilidad emocional, falta de energía, falta de motivación, disminución de la productividad y pérdida de la iniciativa. Otras fuentes lo niegan o simplemente no mencionan efectos acumulativos de la intoxicación crónica. Los riesgos comparativos a nivel pulmonar entre fumar tabaco y fumar marihuana, son menores en el caso de la marihuana: el TCH actúa como broncodilatador abriendo los pulmones, mientras que la nicotina hace exactamente lo contrario; un cigarro de marihuana contiene menos alquitrán que uno de tabaco y como se necesita un menor número de fumadas del primero que de el segundo para experimentar sus efectos y éstos duran más en el caso de la marihuana, un consumidor inmoderado de tabaco fuma más cigarros que un consumidor inmoderado de marihuana. No hay un sólo caso documentado de cáncer de pulmón debido al uso de marihuana en ausencia de tabaquismo. 

Potencial de dependencia
Es significativamente alto, aunque se trate únicamente de dependencia psicológica. El consumo reiterado genera hábitos y asociaciones condicionadas difíciles de romper. La marihuana no provoca dependencia física, por lo que su retiro no produce ningún síndrome abstinencial orgánico. No obstante, pueden presentarse algunos síntomas de orden psicológico como ansiedad, tensión o irritabilidad que desaparecen al cabo de unas semanas. El fenómeno de tolerancia en el consumo de marihuana es bastante singular. Muchos usuarios que utilizan este psicoactivo por primera vez no suelen experimentar sus efectos sino hasta después de la segunda o tercera vez y mediante dosis elevadas, mientras que consumidores crónicos suelen presentar casos de tolerancia revertida, esto significa que, ante la repetición de la misma dosis por tiempos prolongados, ocurre un descenso en la cantidad necesaria para provocar los mismos efectos (taquilifaxia). Se ha comprobado que el THC se acumula en las zonas grasas del cuerpo y se reintegra lentamente al torrente sanguíneo para ser excretado, de manera que un consumidor habitual que tiene una reserva corporal del principio activo, requiere sólo de una pequeña dosis para echar a andar un proceso condicionante de activación del THC acumulado.

Formas de adulteración
En términos generales, esta droga está menos expuesta a sufrir adulteraciones, a no ser que se mezcle con otros sustancias de origen vegetal para llevar a engaño. 

Sobredosis
La marihuana es una de las drogas con más altos márgenes de seguridad. Desconozco si hay algún caso de muerte por intoxicación al fumarla. El único peligro inmediato que supone su consumo es la posibilidad de sufrir un llamado malviaje que se manifiesta por ansiedad, miedo e ideas paranoides, en cuyo caso se recomienda infundir confianza y serenidad al consumidor, cambiar de ambiente y de ser verdaderamente necesario, administrar 5 mg de haloperidol (Haldol).

Régimen legal actual
La marihuana está prohibida, pertenece a la Lista I. No hay autorización alguna para comercializar marihuana con fines recreativos, a excepción de lo que ocurre en Holanda, quien no firmó la ratificación del tratado internacional correspondiente y en cuyo territorio es absolutamente legal la cosecha, venta y consumo de Cannabis y sus derivados en lugares espicíficos para tal efecto (coffe-shops, smart shops y grow-shops).

En vista de que sus usos médicos todavía no están reconocidos por la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial aún no se autoriza su cultivo y comercialización con fines terapéuticos. 
HACHÍS

Preparado tipo pasta y prensado hecho a base del polvo resinoso segregado por las sumidades floríferas de la planta hembra (los llamados cogollos). Su riqueza en THC oscila entre el 5% y 12%, según se haya empleado exclusivamente la resina o haya sido adulterada por otras partes de la planta molida. En España también es conocido el hachís con los nombres de chocolate, mierda, hash, costo, etc. Tiene un color café intenso y generalmente se presenta comprimido en forma de pequeños bloques. La resina se prensa para formar una bola o una tableta de hachís.

Obtención y preparación
Para la recogida del polvo los procedimientos empleados son diversos para cada uno de los países. En unos se recoge directamente del suelo; en otros los campesinos pasan desnudos restregándose contra las plantas, consiguiendo que la resina se les adhiera al cuerpo que posteriormente cogen por raspado. En otros proceden a golpear con látigos de cuero las plantas, quedándose adherido a los látigos. Otra forma de prepararlo que se utiliza en la India y en Nepal es frotando los cogollos de la marihuana aún plantada entre las manos, hasta que poco a poco la resina se vaya acumulando en la piel formando una capa oscura, entonces se frotan las manos entre sí hasta formar una bolita que se denomina charas.

En África del Norte el procedimiento de obtención se realiza atando previamente en gavillas las plantas a las que se ha cortado las raíces. A continuación se golpea sobre una tela fina de seda inclinada que desemboca en un recipiente. Se obtiene así un primer polvo fino denominado sputnik. Si golpeamos a continuación la rama obtendremos una segunda muestra de menor calidad que la anterior denominándose doble cero (00). A sucesivas extracciones corresponderían los denominados primera clasesegunda clase, etc., cada vez con menor concentración en THC. Generalmente de 100 kilos de planta se obtiene 1 kilo de hachisch. A continuación se introduce el hachisch en bolsas de celofán de 100 gramos, 250 gramos o 1000 gramos, a las que previamente se les ha practicado unos pequeños orificios para dar salida al aire retenido. Estas bolsas se envuelven en un papel humedecido y poroso (papel de periódico) y éstas en papel de aluminio. A continuación se calientan en un horno durante unas dos horas. Una vez finalizada esta fase se prensa. Enfriada la bolsa el hachís adquiere una consistencia duradera, y para su empleo habrá que calentarlo previamente para deshacerlo.

Presentación del hachís en tabletas y bellotas
La actividad, al igual que ocurre con la grifa, varía según la edad de la planta, métodos de cultivo, recolección, y principalmente por la conservación de los productos obtenidos de la planta. Si no se almacena convenientemente sus principios activos pierden paulatinamente o sufren transformaciones que modifican su evaporación por lo que se recubre de plástico o papel aluminio.

Las modalidades y dichos que circulan por las calles de polen, costo libanés, etc, etc; no son mas que aspectos diferentes que presenta la preparación, siendo todo ello hachís de más o menos calidad.

El lugar de producción más próximo a nuestra península está en las montañas de Ketama (Marruecos), donde anualmente se estima en unas 500 Tm la producción de derivados cannábicos.

Formas de consumo
Se consume pulverizado y mezclado con tabaco, liando posteriormente cigarrillos (porro, canuto, trócalo, petardo, etc.). Los útiles son el papel de fumar y las pipas. Una vez pulverizado el hachís para confeccionar el “porro” se utiliza, generalmente, un filtro de cigarrillo de tabaco, o bien un cartón duro para añadirlo al extremo del mismo, con la finalidad de apurar al máximo todo el “porro”. Las pipas (hachischeros) se clasifican por su forma y tamaño en las siguientes:

a) Largas: las hay de hasta un metro de longitud, aunque generalmente suelen tener 40 centímetros y constan de dos piezas que se ensamblan, sibisi y cazoleta donde se quema el hachisch scaf.

b) Cortas: de apenas 10 centímetros de longitud, confeccionadas a veces de forma rudimentaria con papel de aluminio.

c) Arguillas: unas de uso individual y otras de uso colectivo. Es un recipiente en el que en la parte superior se coloca el hachís. A un costado de la arguilla se acopla la pipa para aspirar. El humo de la combustión se canaliza por un tubo vertical y toma contacto con un líquido para suavizar los efectos del humo en la garganta. Las de uso colectivo constan de varias pipas.

También se puede ingerir mezclado con miel o mantequilla.

Efectos
El mecanismo de acción al llegar al cerebro se sabe que es similar al de la marihuana. Por vía intestinal puede tardar hasta dos horas en hacer efecto y su duración puede llegar hasta las ocho o diez.
Sus efectos son bastante rápidos y dependen, al igual que el resto de las drogas, no sólo de la calidad y cantidad ingerida, sino de la predisposición de ánimo y medio en donde se encuentra. Parece ser que los principios activos de la planta (THC) entran rápidamente en el sistema circulatorio sanguíneo, empezándose a sentir los efectos a los 15 minutos y permaneciendo los mismos de 2 a 4 horas. Los efectos de la borrachera cannábica son parecidos a los que produce la borrachera del alcohol, y los efectos fisiológicos más característicos son la dilatación de pupilas y un fuerte aliento que denota se ha consumido.

a) En dosis sociales (1 o 2 cigarrillos): sensación de creciente bienestar, alegría. Siguen un estado de despreocupación y relajamiento; potenciación del oído y demás sentidos corporales. Sensación de apetito. Sus efectos son parecidos a un par de copas de alcohol. El individuo se “abre” a las sugerencias de otras personas.

b) En dosis más altas: en general los efectos son los mismos que los descritos en el párrafo anterior, pero más intensificados. Empiezan las sensaciones anormales que cambian velozmente, el individuo comienza a perder la atención. Se suceden ideas fantásticas, pérdida de la memoria inmediata, pensamientos interrumpidos, asociaciones mentales desordenadas y pérdida del sentido de la propia identidad. Puede ya dar lugar a pánico y ansiedad si el individuo está poco habituado a esta droga

c) Dosis muy altas: distorsiones de la imagen corporal. Fantasía manifiesta y alucinaciones que llegan hasta la psicosis mental. Esta es la razón por la que esta droga sea catalogada entre los alucinógenos.

Adulteración
El hachís puede cortarse con goma arábiga, henna, leche condensada, clara de huevo, restos de plantas, cenizas, cera, parafina, aceites y todo tipo de sustancias similares.


ACEITE DE HACHÍS

Es un líquido alquitranoso obtenido por destilación de la planta o del propio hachís. Su riqueza en THC oscila entre el 20% y 70%. Normalmente se le conoce con el nombre de aceite.

Obtención y preparación
Se podría decir que, a grandes rasgos, de igual forma de como se prepara un café express. Existen varias formas de obtener el aceite de hachish:

1- En un recipiente grande (bidón) se echan unos 40 litros de un disolvente (alcohol, gasolina, queroseno, etc.), y se coloca en una cesta de mimbre la planta o el hachís suspendida en el interior del bidón. Por encima de la cesta se hacen pasar unos tubos de cobre, por donde circula agua fría. Se calienta el disolvente y los vapores desprendidos en contacto con la serpentina de cobre se condensan cayendo en la cesta de mimbre que contiene unos 15 kg de hachisch. De la cesta se va filtrando hasta el fondo del recipiente. La operación se realiza sucesivamente, renovando si se quiere la droga colocada en la cesta, consiguiéndose de esa forma mayor concentración de THC. Al final quedará en el fondo del recipiente el disolvente conteniendo los principios activos de la planta, presentando un color negruzco y aspecto alquitranoso, que no es otra cosa que el denominado aceite de hachisch. Se podrían conseguir los mismos resultados removiendo la planta en el disolvente, en un proceso manual sencillo, si bien no se conseguirían altas concentraciones de THC.

2- Otro procedimiento es mezclar alcohol (de 20 a 50 litros) con el hachís, de primera o segunda clase (de 12 a 20 kilogramos). La mezcla se calienta removiéndose continuamente y dejándose enfriar a continuación. Al reposar los sedimentos quedaría en la parte superior un aceite negruzco. El sedimento se exprime para obtener junto con el aceite negruzco una mezcla de aceite de hachisch y alcohol. Para extraer ese aceite del alcohol se destila, mediante un serpentín.

Formas de consumo
Se fuma en pipa como el hachís o bien impregnándolo en golosinas o alimentos, y mezclado con bebidas alcohólicas. También impregnando el papel de un cigarrillo de tabaco con el aceite.

Formas de adulteración
El aceite puede mezclarse con otro tipo de aceites comestibles que por lo general son amarillos y aclaran la mezcla final.

Sobredosis
A través de la inhalación es prácticamente imposible llegar a una intoxicación aguda porque las vías respiratorias no admiten más a partir de cierto punto, alcanzado el cual se generan accesos de tos y estados de sopor. En caso de intoxicación por ingestión se recomienda provocar el vómito si el sujeto está consciente, administrar leche o carbón activado para retardar la asimilación y llamar al servicio médico si se presentan cambios bruscos de temperatura, de presión o de ritmo cardiaco que puedan conducir a convulsiones. En caso de un «mal viaje» se recomienda lo mismo que en el caso de la marihuana: infundir confianza y serenidad al consumidor, cambiar de ambiente y de ser verdaderamente necesario, administrar 5 mg de haloperidol.

Peligros
Estas droga no desarrollan dependencia física ni tolerancia, pero sí dependencia psíquica. Su consumo puede desembocar en muchos casos en los que se ha venido en llamar “la escalada de la droga”, pues se ha demostrado que de un 90% de los heroinómanos y otros abusadores de drogas mayores se iniciaron en el consumo de la marihuana.

Por otra parte subsisten los peligros hacia la criminalidad en el que usa esta droga, pues sus consumidores habituales, para proveerse de la misma necesitan dinero, y, en la mayoría de los casos, con la reventa y trapicheo a pequeña escala de esta y otras drogas.

También se han hecho muchos trabajos y existen teorías de que esta droga pudiera dañar a los cromosomas. 

Corrientes legalizadoras y apologísticas del consumo de cannabicos
El uso de cannabis continúa de moda entre todos los estamentos sociales, y cada vez existen menos perjuicios para declarar abierta y públicamente su consumo. Los artistas, estudiantes, snobistas, la juventud en general, son sus defensores, utilizándola, a veces, como instrumento de rebeldía contra la sociedad instituida. Se hace apología de ellas en actos masivos (festivales), televisiones, producciones cinematográficas y artistas famosos la utilizan como temática de sus canciones. Se la compara con el alcohol y el tabaco para justificar su benignidad. Es frecuente oír o leer argumentos tendentes a su despenalización. En EE.UU. y Holanda está descriminalizado el consumo o tenencia de marihuana (no el hachís) hasta cantidades no superiores a 30 gramos. Esta determinación surgió como medida para frenar el consumo de otras drogas más fuertes, pero la realidad actual es muy distinta.


HENNA

La palabra ena (ghenna o jenna) se deriva del árabe Al-Hinna. Es el nombre de una planta muy pequeña (lawsonia inermis) de la cual se obtiene un polvo colorante, tratando las hojas con lechada de cal. Se emplea por parte de los pueblos africanos para teñirse las uñas, los cabellos, las palmas de las manos y las plantas de los pies, así como el resto del cuerpo para acicalarse con ocasión de ceremonias religiosas o bien como simple maquillaje estético personal. En occidente se vende en herboristerías para diversas aplicaciones. Se trata de un producto totalmente inocuo. Debido a que posee unas características parecidas al hachisch en cuanto a su aspecto (aunque suele ser más fino su polvo), color y olor, se suele utilizar:

Aplicación de la henna en algunos países. Imagen: wikipedia
-Como adulterante del hachís

-Como objeto de delito imposible, al ser detectado en aduanas a traficantes inexpertos a los que han engañado los vendedores.

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