LA COCA Y SUS DERIVADOS NATURALES
La planta de la coca, unida a Sudamérica por razones culturales, a priori inofensiva y utilizada por pueblos indígenas de forma natural, se ha convertido por medio de uno de sus principales derivados, la cocaína, en un auténtico problema social. Asociada al poder y el éxito, consumida por políticos, actores, y personajes con poder político, actualmente se ha extendido a toda la sociedad.
BREVE RESEÑA HISTÓRICA
Tiempos pre-colombinos
Las primeras descripciones del consumo de drogas en la población indígena de América datan de la época de los descubrimientos, prolongándose posteriormente a lo largo de la conquista. Ya en el segundo viaje de Cristóbal Colón, Fray Ramón de Pane relata entre otras costumbres de los indios de Santo Domingo el uso con fines religiosos de la cohoba, planta que inhalada por vía nasal provoca un estado de embriaguez alucinatoria.
En estos tiempos el consumo de coca estaba preferentemente localizado en los territorios del imperio Inca. Citas a esta planta fueron apareciendo en posteriores crónicas. Así Zárate dice: “en determinados valles crece la planta llamada coca, que los indios aprecian más que el oro y la plata; el misterio de esta planta consiste en que quien lleva siempre algunas hojas en la boca no siente jamás frío, ni hambre, ni sed”.
La coca para los incas era una planta sagrada, y su libre consumo estaba limitado a las clases dominantes. No se sabe con certeza en qué momento esta planta, originariamente silvestre de la cuenca amazónica, fue trasladada por el hombre y cultivada en los valles andinos, ni tampoco cuáles los primeros pueblos en conocerla. Se sabe que fueron pre-Incaicos, y que al ser éstos conquistados por los Incas el uso de la coca se restringe por el monopolio y control del Estado. También las plantaciones que fueron motivos de adoración y guerras con pueblos vecinos, eran de su propiedad. La antigüedad de esta costumbre y su profundo carácter ritual se constata en los restos arqueológicos.
Los vestigios más antiguos de hojas de coca fueron hallados en una tumba peruana que data de aproximadamente 500 años d. C. Los primeros exploradores llevaron a Europa sus noticias y a partir del siglo XVII se encuentran referencias sobre sus propiedades en los textos de medicina europea. Un siglo antes, basados en criterios moralistas, los españoles habían intentado prohibir su uso entre los indígenas, hasta que descubrieron sus ventajas como incentivo en la habitual jornada de 20 horas entre los indígenas que trabajaban en las minas de oro de la Corona.
Arbusto de la cocaína en Bolivia |
El legado español
Cuando en 1.532 es ejecutado el Inca Atahualpa por orden de Pizarro, se decapita un imperio que al poco quedará destruido. La desintegración de la sociedad y la pérdida de los medios de producción, con el total abandono en amplias zonas de la agricultura indígena, la práctica desaparición de la ganadería, con la consecuente situación de hambre y desesperación, al margen de guerras y epidemias, dieron lugar a una caótica situación en donde la coca representa un refugio.
Los españoles en un principio reaccionaron hostilmente ante el uso de la coca, pero pronto entendieron que podían sacar provecho de ella. Será a finales del siglo XIX cuando el Papa León XIII levante el anatema de la coca, después de haberla experimentado para lograr un estado ascético. A pesar de la prohibición eclesiástica el consumo de la coca estaba ya extendido y su cultivo es permitido oficialmente por el Virrey Francisco de Toledo en una Real Ordenanza de 1.573. La coca era la habitual forma de pago al trabajador indígena. El Estado se benefició estableciendo un importante eje comercial y económico, gracias a su riqueza en minas, el peso de la cesta de coca, controlando su calidad e impusieron unos impuestos de 20 pesos de plata por cesta al margen del precio de venta en el mercado; sus beneficios se destinaban en partes iguales a la Cámara de Su Majestad, gastos de la ciudad y sostenimiento de obras públicas.
Las consecuencias de la colonización española en el uso de la coca fueron definitivas: desaparece el carácter restrictivo y ritual y se generaliza, incidiendo de forma especial en el campesino indígena.
Vino Mariani
Durante el siglo XIX la fama de las hojas de coca llega a oídos del químico corso Angelo Mariani, quien se figura: "si la coca logra todo cuanto se dice en Perú, también lo logrará en París. Y hasta es posible que puede sembrar esos arbustos en mi jardín." La coca no quiere arraigar en un jardín parisino, pero Mariani no se desanima y decide importar toneladas de hoja de coca para fabricar un vino que llevará su apellido.
Publicidad del vino Mariani. Imagen: wikipedia |
Las primeras prohibiciones y el siglo XX
Rápidamente, primero en EE.UU. y después en Europa, la coca y, especialmente la cocaína ya sintetizada son indicados como agentes terapéuticos en un gran número de afecciones, hasta el punto que pronto la convierten en la “panacea universal”.
Como droga social adquiere un carácter epidémico en los Estados Unidos a comienzos del siglo XX coincidiendo con el descubrimiento y uso masivo de la vía intranasal. En Europa, mientras tanto, su consumo se mantiene localizado en determinadas ciudades como París, Berlín y Londres, incidiendo especialmente en determinados movimientos artísticos y ambientes decadentes. Experimenta un rápido crecimiento en los últimos años que precedieron a la Primera Guerra Mundial; siendo París la ciudad más castigada y la industria química alemana la principal fuente de producción, llevó a los patriotas a acusar al Estado Mayor Prusiano de introducir la droga clandestinamente, a través de Suiza para debilitar la raza francesa.
Las primeras leyes destinadas a controlar esta epidemia aparecen en los Estados Unidos; una primera tentativa surge en 1.906, pero no será hasta 1.914 cuando la Ley Harrison incluye a la cocaína en la lista de narcóticos. En la década de los 30, coincidiendo con la aparición de la heroína en el mercado negro, es desplazada por ésta y desaparece de forma transitoria, pues a comienzos de los años 60 aparece una nueva vía de administración, la intravenosa.
SU BOTÁNICA, EXTRACCIÓN Y PREPARACIÓN
El Erythroxylon es un arbusto que crece silvestre en las regiones andinas de Sudamérica. Existen cerca de 250 variedades, la gran mayoría sin estudiar ni clasificar. El Erythroxylon Coca, conocido como "huanaco" de Bolivia, puede alcanzar hasta cuatro metros de altura si no se cuida. Lo más común es que se pode para que se mantenga entre uno y tres metros, extienda sus ramas y produzca más hojas. Sus flores son color crema y sus frutos son de color escarlata parecidos a los arándanos.
Es una planta de gran resistencia a las enfermedades y a la plagas, excepto a la "gusanera". Se adapta bastante bien a los diferentes terrenos con sus correspondientes variaciones climáticas, aunque es muy sensible al frío y frecuentemente queda dañada por las heladas. La altitud de los cultivos oscila entre los 400 a 2.000 metros; aunque las condiciones idóneas suponen una altitud de unos 600 metros, temperatura media de 20º C y un buen nivel de humedad. En la actualidad aparte de los citados países latinoamericanos, también se cultiva en la India, Pakistán y especialmente en Java. En otros tiempos se cultivó en Guinea Británica, Jamaica, Madagascar, Camerún, Formosa y Japón. La siembra se realiza en viveros, bien con semillas o esquejes en maceteros; entre los 6 y 12 meses, cuando las plantas miden unos 50 cm de altura se trasplantan a los terrenos de maduración donde frecuentemente alternarán con plantas de maíz como medida de protección durante el primer año. Las plantaciones de coca, los cocales, en ocasiones se desarrollan a la sombra de otros árboles, medida que si bien es una protección, pues les proporciona mayor humedad y con ella un mayor desarrollo de las hojas, supone a su vez una menor riqueza en el contenido de alcaloides. Se dice que una planta bien cuidada, una vez puesta en producción, sobrevivirá al "coquero".
Planta de coca en su estado silvestre, en la que se observan sus frutos |
Recolección manual de la coca. Imagen: elbolivianoenvivo.com |
Las hojas son útiles a partir de los 3 años de la siembra. Su máxima producción es sobre los 5 a 10 años. La recolección ha de coincidir con la maduración, estando la hoja madura cuando tiende a romperse entre los dedos y presenta coloración amarillenta, esto es, unos 8 días antes de su caída espontánea.
La recolección de las hojas o mittas se realiza 3 veces al año. La primera mitta es en el mes de marzo, la segunda en junio, y la tercera en octubre o noviembre. En las fincas productoras, si bien pueden encontrarse grandes extensiones propiedad de terratenientes, son muy abundantes las pequeñas plantaciones familiares de propietarios nativos o mestizos, con una superficie no superior a las 10 hectáreas. El rendimiento medio por hectárea es de unos 270 kg de hoja de coca.
Las hojas de coca contienen muchos alcaloides, el más importante es la cocaína. Adicionalmente es una fuente alimenticia bastante nutritiva. Cien gramos de hojas contienen en promedio 305 calorías, 18.5 gramos de proteínas, 42.6 de carbohidratos y cantidades menores de vitamina C; así como los requerimientos diarios de vitamina E, calcio, hierro, fósforo, riboflavina y vitamina A recomendados por la Organización Mundial de la Salud para el consumo de un adulto. Según Andrew T. Weil, médico que trabajó en el Museo Botánico de Harvard, "si es que hay algún problema con la coca se debe básicamente a que se confunde la hoja completa con un solo componente extraído de ella. Esa confusión es una herencia de la ciencia mal informada del siglo pasado, que nos ha cargado con un problemático polvillo blanco y nos ha privado de los beneficios de una útil medicina verde".
En la India y Pakistán se cultivan el tipo Ceilán-Trujillo que procede de la variedad botánica Novogranatense. En Java, después de minuciosas investigaciones llevadas a cabo en el Jardín Botánico de Beuitenzorg se cultiva la variedad Spruceanun, pobre en alcaloide de cocaína pero rica en alcaloides del grupo de ecganina.
Al aumentar el consumo de cocaína en los países industrializados, los laboratorios encargados de transformar sulfato de cocaína en clorhidrato de cocaína absorbían toda la producción, pero el aumento de la producción de la pasta de coca produjo la saturación del mercado. El excedente acumulado se puso a la venta en el mercado interno, originándose el hábito de fumar pasta de coca sin refinar mezclada con tabaco o marihuana. Más tarde la epidemia se extiende a los países latinoamericanos.
- El pitillo boliviano, consumo de la PBC en el país que le da el nombre, mezclada con tabaco. Al fumarla llega en unos siete segundos al cerebro, produciendo un gran impacto. Los efectos duran unos minutos, momento en que la persona entra un gran bajón anímico que le obliga a seguir fumando.
- El bazoco o bazuco colombiano, variante del anterior, ya que además de ser utilizada la pasta de coca se le agregan los desperdicios de la misma, que hasta la fecha no tenían ninguna utilidad.
Tanto el pitillo boliviano como el bazoco colombiano resultan muy rentables a los narcotraficantes ya que se ahorran el tener que transformar la pasta de coca en clorhidrato de cocaína, es decir, cocaína.
Efectos psicológicos
Las altas dosis crean una sensación de fortaleza mental, poder personal y muscular, produciendo también alucinaciones visuales, auditivas y táctiles. Las ilusiones paranoides, que incluyen la idea de ser perseguidos, combinados con la sensación excesiva de poder personal, pueden hacer de la persona que consume grandes dosis, alguien sumamente antisocial y peligroso.
Potencial de dependencia
Son semejantes a los del clorhidrato de cocaína, pero más potentes, los efectos aparecen más rápidamente. Los efectos inmediatos y de largo plazo y su potencial adictivo son extremadamente altos.
El síndrome de la PBC está caracterizado por: craving que es la compulsión por seguir fumando, angustia intensa a medida que se termina la dosis de PBC, percepción auto-referencial de la realidad ("paranoia"), anublamiento de la conciencia (suspicacia, alucinaciones auditivas, ideas delusivas, delirio de persecución, etc), rigidez muscular generalizada, insensibilidad al dolor e infatigabilidad, comportamiento egocéntrico, Hiperacusia, "evitar producir ruidos" "reclaman silencio absoluto", aislamiento social.
Fotografía de una hoja de coca una vez seca. Imagen: wikimediacommons |
En la hoja, aparte de los alcaloides, se encuentran: oxalato cálcico, salicilato de metilo, alcohol metílico, 2 taninos (ácido clorogénico y ácido cocatánico) y 2 heterosidos (cocacitrósido y cocafalvósido).
Los alcaloides con arreglo a su estructura se pueden clasificar en diferentes grupos:
1- Las higrinas alfa y beta y cuscohigrina
2- Los derivados del seudotropanol, con la tropocaína o benzoilseudotropina
3- El grupo de las cocaínas o derivados de la acgonina: la cocaína, la enzoil-ecgonina, la cinamil-ecgonina y la cinamil-cocaína.
4- El grupo de las truxilinas o isatropilococaínas, carentes de interés farmacológico, aunque sí toxicológico.
Forma de consumo
Las hojas pueden mascarse o beberse en infusiones. Mascada, después de haberle quitado la nervadura central, se hace de la hoja una bola y se mete en la boca. Cuando está humedecida de saliva, se moja un junquillo en una cantimplora de cuello largo con cal, que tiene la propiedad de aumentar la solubilidad de los alcaloides de la coca en la saliva.
Típico mascado de coca. Imagen: eluniversal.com |
PBC (Pasta Base de Cocaína)
Hasta 1.972 la aportación de los cultivadores bolivianos en el mercado de la cocaína se reducía a la venta de las hojas de coca por ellos cosechadas, lo que producía unos ingresos aproximados de 300 dólares por hectárea. Pronto se dieron cuenta de que si en lugar de venderlas producían sulfato de cocaína (pasta de coca) con destino al tráfico ilícito, las ganancias se multiplicaban por seis, pasando a 1.800 dólares por hectárea, lo que provocó un incremento de la disponibilidad de pasta de coca.
Al aumentar el consumo de cocaína en los países industrializados, los laboratorios encargados de transformar sulfato de cocaína en clorhidrato de cocaína absorbían toda la producción, pero el aumento de la producción de la pasta de coca produjo la saturación del mercado. El excedente acumulado se puso a la venta en el mercado interno, originándose el hábito de fumar pasta de coca sin refinar mezclada con tabaco o marihuana. Más tarde la epidemia se extiende a los países latinoamericanos.
Se trata de un alcaloide impuro que se obtiene como un primer paso en la extracción a partir de las hojas de coca. Cuando se calienta, sufre un proceso llamado de sublimación, pasando directamente de sólido a vapor. La pasta queda como un polvo color blanquecino mate, que se introduce en un cigarrillo de tabaco o marihuana, se consume bajo la modalidad de inhalación de bocanadas de humo y que pasa directamente a los pulmones donde se absorbe con gran rapidez, produciendo un efecto muy intenso y una dependencia de extrema gravedad.
Para la preparación de la pasta básica de cocaína, se procede a la alcalinización de la hoja de coca, secado, extracción con solvente orgánico (keroseno), precipitación con ácido fuerte (ácido sulfúrico), disolución del residuo en agua y precipitación última con álcalis.
Formas de consumo
A la pasta mezclada con tabaco se le conoce como tabacazo; si está mezclada con marihuana, se le conoce como mixto. Además de éstas existen las siguientes denominaciones:
Pitillo de PBC |
- El bazoco o bazuco colombiano, variante del anterior, ya que además de ser utilizada la pasta de coca se le agregan los desperdicios de la misma, que hasta la fecha no tenían ninguna utilidad.
Tanto el pitillo boliviano como el bazoco colombiano resultan muy rentables a los narcotraficantes ya que se ahorran el tener que transformar la pasta de coca en clorhidrato de cocaína, es decir, cocaína.
Efectos fisiológicos
La intoxicación se inicia con euforia, una exagerada sensación de bienestar y excitación sexual. Pronto se disipan viéndose reemplazados por una fuerte disforia: depresión, irritabilidad, angustia, insomnio y disminución del apetito y la necesidad de reiniciar el consumo de la droga.
Efectos psicológicos
Afecta el funcionamiento de las áreas de asociación: los guardianes del comportamiento social. Por ello se altera el juicio, se produce una liberación de inhibiciones y los adictos presentan agresividad, reacciones de pánico y eventualmente depresión agitada.
Niño fumando bazoko. Imagen: lasdrogas.com |
Potencial de dependencia
Son semejantes a los del clorhidrato de cocaína, pero más potentes, los efectos aparecen más rápidamente. Los efectos inmediatos y de largo plazo y su potencial adictivo son extremadamente altos.
El síndrome de la PBC está caracterizado por: craving que es la compulsión por seguir fumando, angustia intensa a medida que se termina la dosis de PBC, percepción auto-referencial de la realidad ("paranoia"), anublamiento de la conciencia (suspicacia, alucinaciones auditivas, ideas delusivas, delirio de persecución, etc), rigidez muscular generalizada, insensibilidad al dolor e infatigabilidad, comportamiento egocéntrico, Hiperacusia, "evitar producir ruidos" "reclaman silencio absoluto", aislamiento social.
Efectos
Está documentada científicamente la alta probabilidad que el consumo de PBC condicionaría daños estructurales y alteraciones en la adicta gestante, a nivel de desarrollo embrionario y fetal; también provocaría alteraciones en el feto idénticas y más acentuadas que las de la madre.
Las alteraciones más significativas permiten delinear un perfil de tipo en los hijos de dependientes de PBC, caracterizado por: hiperkinesia motora, distraibilidad, ansiedad, rabietas, agresividad, desobediencia patológica, enuresis primaria, alteraciones morfológicas poco comunes (óseas, musculares, cardiacas, etc.), sistema inmunológico deficiente, medidas antropométricas inadecuadas, retraso en la adquisición inicial del lenguaje, de ambulación, conductas motoras finas deficientes y alteraciones en la escolaridad.
Preparación
Conocida como oxi, diminutivo de oxidado, debido a los líquidos oxidantes que se emplean en su preparación, es obtenida combinando base de cocaína o restos de su producción con gasolina, gasóil o queroseno, cal, acetona, permanganato de potasio y líquido extraído de las baterías eléctricas (el agua destilada). Es muy barata y fácil de preparar, por lo que se vende a un precio de entre uno y tres dólares la roca o "piedrita" como allí se le denomina.
Al parecer la costumbre de fumar Oxi empezó en la región amazónica y se ha esparcido a las favelas de ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo. Ha estado en uso en las últimas dos décadas en la Amazonía, y representa cerca del 80% de la droga incautada en el estado de Pará. Ha reemplazado al crack como la droga de moda en la región y aunque se ve como la droga de los pobres, está comenzando a ganar terreno en las clases media y alta.
Efectos y peligros
Es altamente adictivo, más potente y barato que el crack, y la tendencia es que se vuelva la droga de más consumo en los barrios pobres periféricos de las grandes ciudades brasileñas . Los productos químicos que contiene son tremendamente dañinos para los órganos vitales, empezando por el hígado. Los usuarios también sufren de serios problemas mentales, como delirio y paranoia.
Las alteraciones más significativas permiten delinear un perfil de tipo en los hijos de dependientes de PBC, caracterizado por: hiperkinesia motora, distraibilidad, ansiedad, rabietas, agresividad, desobediencia patológica, enuresis primaria, alteraciones morfológicas poco comunes (óseas, musculares, cardiacas, etc.), sistema inmunológico deficiente, medidas antropométricas inadecuadas, retraso en la adquisición inicial del lenguaje, de ambulación, conductas motoras finas deficientes y alteraciones en la escolaridad.
EL OXI O CRACK BRASILEIRO
La Pasta Base de Cocaína (PBC), como etapa anterior a su procesamiento, tiene varias denominaciones y formas de consumo en sudamérica. El "paco" argentino, el "bazoco" boliviano y el "pitillo colombiano", tiene su competidor en Brasil.
Lo que no deja ser una manera rudimentaria de procesar un producto similar al crack, del mismo color y forma, se ha convertido en una nueva forma de fumar base de cocaína en las calles de Brasil. La Policía ha descubierto que partidas incautadas como crack se trataban en realidad de este derivado, que al parecer deja un resto aceitoso.
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Preparación
Conocida como oxi, diminutivo de oxidado, debido a los líquidos oxidantes que se emplean en su preparación, es obtenida combinando base de cocaína o restos de su producción con gasolina, gasóil o queroseno, cal, acetona, permanganato de potasio y líquido extraído de las baterías eléctricas (el agua destilada). Es muy barata y fácil de preparar, por lo que se vende a un precio de entre uno y tres dólares la roca o "piedrita" como allí se le denomina.
Al parecer la costumbre de fumar Oxi empezó en la región amazónica y se ha esparcido a las favelas de ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo. Ha estado en uso en las últimas dos décadas en la Amazonía, y representa cerca del 80% de la droga incautada en el estado de Pará. Ha reemplazado al crack como la droga de moda en la región y aunque se ve como la droga de los pobres, está comenzando a ganar terreno en las clases media y alta.
Efectos y peligros
Es altamente adictivo, más potente y barato que el crack, y la tendencia es que se vuelva la droga de más consumo en los barrios pobres periféricos de las grandes ciudades brasileñas . Los productos químicos que contiene son tremendamente dañinos para los órganos vitales, empezando por el hígado. Los usuarios también sufren de serios problemas mentales, como delirio y paranoia.
LA COCAÍNA
Extracción y preparación
En el argot de las drogas, a los encargados de procesar la cocaína se les llama cocineros. Un buen cocinero puede convertir un kilo de pasta en casi el mismo peso de cocaína. En el mercado la cocaína se encuentra en forma de clorhidrato de cocaína con una elevada concentración de este alcaloide, aproximadamente el 80%. Es una sustancia cristalina y transparente que se presenta en polvo blanco triturado. Se disuelve fácilmente en agua por lo que ha de conservarse en un recipiente hermético para evitar la acción de la humedad.
Normalmente los laboratorios de producción se encuentran localizados en la selva, en propiedades de los narcos o, en caso de ser importada semi-elaborada, en países de destino.
Efectos fisiológicos
Efectos psicológicos
Sobredosis
Efectos
Efectos
La intoxicación es tremendamente más fuerte que con la cocaína, mucho más rápida, y sus efectos estimulantes, de una mayor euforia y mucho más adictiva. Se considera la droga que crea más adicción en el ser humano, siendo su enganche instantáneo. El siguiente paso, el de la alucinosis, que sufre el toxicómano al seguir consumiendo droga para eliminar los efectos de la “disforia”. Tras fumar grandes cantidades, se producen alucinaciones de contenido paranoide. Tras semanas de consumo frecuente se deriva en una “psicosis” en la que continúan las alucinaciones, que generan en intensa agresividad con intentos de homicidio y ansiedad que puede llevar al suicidio.
Sobredosis
La sobredosis puede causar paro cardiaco o paro respiratorio ocasionado por la vasoconstricción, por lo que cualquier sospecha debe considerarse como urgencia médica. Mientras tanto conviene mantener despejadas las vías respiratorias y aplicar respiración artificial en caso necesario.
La cocaína es el principal alcaloide de la planta de la coca, el más abundante, llegando a suponer entre un 50 a un 90% de la totalidad. Es una sustancia cristalina, transparente, incolora e inodora. Cristaliza en prismas romboidales, oblicuos e incoloros. Su sabor es amargo y deja en la lengua una peculiar sensación anestésica. Es poco soluble en agua, soluble en éter de petróleo, acetato de etilo y cuerpos grasos y muy solubles en alcohol, éter y cloroformo. Su temperatura de fusión es de 98º C.
Historia
En 1855 el químico alemán Gaedcke aisla de las hojas de coca un alcaloide al que llama erythroxyline, por el nombre genérico de la planta. Más tarde, en 1859, empleando alcohol, ácido sulfúrico, bicarbonato sódico y éter, otro químico alemán llamado Albert Niemann purifica el alcaloide y aisla directamente de las hojas de coca la cocaína. Hasta mediados del siglo XIX la coca y sus derivados gozan de gran prestigio como estimulantes de uso terapéutico. En 1.885 la cocaína empezó a emplearse como anestésico en el campo de la odontología. Una año más tarde el cirujano Dr. William demostró que la cocaína podía paralizar la transmisión de los nervios, impidiendo con su teoría el avance del uso de la cocaína en el campo de la cirugía nerviosa. Freud fue el primero en hacer un estudio de los efectos fisiológicos de la cocaína. Había leído infinidad de trabajos de profesionales médicos de América sobre las propiedades terapéuticas de la cocaína en el tratamiento de personas adictas a la morfina y alcohol.
Antes de su prohibición, paralelamente a sus aplicaciones médicas, la cocaína se utiliza también como componente de varios tónicos y bebidas refrescantes en Estados Unidos. El American Journal refiere que en 1905 había registradas 69 bebidas con proporciones mayores o menores de cocaína y bastantes más con extractos de coca. Entre las primeras, una de las más populares es la Coca-Cola, bebida que poco después de la prohibición se vería obligada a cambiar la cocaína por un sustituto desalcaloidado de las hojas y a añadir cafeína en su composición original para compensar el efecto estimulante de la cocaína.
La era del narcotráfico
De cualquier forma, sea cual sea la perspectiva desde la que se mire, sembrar coca, comerciar con cocaína y otros de sus derivados siempre han sido actividades rentables.
Coincidiendo con la crisis económica de los países productores, a partir de los ochenta la cocaína se convierte en la droga más popular entre los estratos altos y medios de prácticamente todas las zonas urbanas e industrializadas de Occidente y Estados Unidos.
Colombia vive básicamente de las exportaciones lícitas de café, de las lícitas e ilícitas de esmeraldas y de las ilícitas de cocaína y marihuana. Aunque buena parte del dinero procedente la droga no regresa a Colombia, pues se queda en Florida y distintas cuentas de Nassau, Curaçao, Panamá, las Caimanes, etc.; cerca de una tercera parte sí regresa al país. No sólo sirve para sostener la fantástica opulencia de los capos de la droga sino la corrupción de policías, jueces y gobernantes, introduciéndose en casi todos los negocios legales, aumentando por tanto el índice inflacionario.
Hay otros efectos colaterales en la economía, en primer lugar, al dinero que Estados Unidos destina bajo presión para contrarrestar la fuerza del narcotráfico; en segundo lugar el aumento en las importaciones de alimentos debido a que las plantaciones de coca y marihuana utilizan las tierras de labor; y por último, hay una pérdida de beneficios obtenidos por el turismo en virtud de la mala fama de Colombia.
El influjo del dinero procedente del narcotráfico sobre la economía nacional actúa como la cocaína misma: a corto plazo les fortalece, pero a la larga los destruye. La participación de aviones, buques del ejército, líneas aéreas nacionales, valijas diplomáticas, etc, son por desgracia casos documentados. Una eventual retirada del capital de los capos de los bancos y los negocios del país ocasionaría un caos económico, la lista completa de la nómina que sostienen entre administradores públicos y funcionarios del ejército y el sistema judicial destruiría el país, y además los narcotraficantes tienen suficientes armas, transportes y recursos humanos para iniciar otra guerra civil en el país.
Este mismo esquema es bastante similar, aunque la intensidad sea menor, en todos los territorios intermedios entre Bolivia y Estados Unidos. Con la prohibición de la coca a cuestas y los problemas derivados del enfrentamiento entre campesinos, guerrilleros, narcotraficantes y autoridades. Tanto las naciones productoras como las llamadas regiones de tráfico (México y Guatemala) continúan demandando al gobierno del mayor país consumidor (Estados Unidos) que los esfuerzos de interdicción se extiendan hacia los precursores químicos y que la estrategia de la guerra contra la cocaína se enfoque hacia la eliminación de la demanda para terminar con la producción y el tráfico.
Antes de su prohibición, paralelamente a sus aplicaciones médicas, la cocaína se utiliza también como componente de varios tónicos y bebidas refrescantes en Estados Unidos. El American Journal refiere que en 1905 había registradas 69 bebidas con proporciones mayores o menores de cocaína y bastantes más con extractos de coca. Entre las primeras, una de las más populares es la Coca-Cola, bebida que poco después de la prohibición se vería obligada a cambiar la cocaína por un sustituto desalcaloidado de las hojas y a añadir cafeína en su composición original para compensar el efecto estimulante de la cocaína.
La era del narcotráfico
De cualquier forma, sea cual sea la perspectiva desde la que se mire, sembrar coca, comerciar con cocaína y otros de sus derivados siempre han sido actividades rentables.
Coincidiendo con la crisis económica de los países productores, a partir de los ochenta la cocaína se convierte en la droga más popular entre los estratos altos y medios de prácticamente todas las zonas urbanas e industrializadas de Occidente y Estados Unidos.
Colombia vive básicamente de las exportaciones lícitas de café, de las lícitas e ilícitas de esmeraldas y de las ilícitas de cocaína y marihuana. Aunque buena parte del dinero procedente la droga no regresa a Colombia, pues se queda en Florida y distintas cuentas de Nassau, Curaçao, Panamá, las Caimanes, etc.; cerca de una tercera parte sí regresa al país. No sólo sirve para sostener la fantástica opulencia de los capos de la droga sino la corrupción de policías, jueces y gobernantes, introduciéndose en casi todos los negocios legales, aumentando por tanto el índice inflacionario.
Hay otros efectos colaterales en la economía, en primer lugar, al dinero que Estados Unidos destina bajo presión para contrarrestar la fuerza del narcotráfico; en segundo lugar el aumento en las importaciones de alimentos debido a que las plantaciones de coca y marihuana utilizan las tierras de labor; y por último, hay una pérdida de beneficios obtenidos por el turismo en virtud de la mala fama de Colombia.
El influjo del dinero procedente del narcotráfico sobre la economía nacional actúa como la cocaína misma: a corto plazo les fortalece, pero a la larga los destruye. La participación de aviones, buques del ejército, líneas aéreas nacionales, valijas diplomáticas, etc, son por desgracia casos documentados. Una eventual retirada del capital de los capos de los bancos y los negocios del país ocasionaría un caos económico, la lista completa de la nómina que sostienen entre administradores públicos y funcionarios del ejército y el sistema judicial destruiría el país, y además los narcotraficantes tienen suficientes armas, transportes y recursos humanos para iniciar otra guerra civil en el país.
Este mismo esquema es bastante similar, aunque la intensidad sea menor, en todos los territorios intermedios entre Bolivia y Estados Unidos. Con la prohibición de la coca a cuestas y los problemas derivados del enfrentamiento entre campesinos, guerrilleros, narcotraficantes y autoridades. Tanto las naciones productoras como las llamadas regiones de tráfico (México y Guatemala) continúan demandando al gobierno del mayor país consumidor (Estados Unidos) que los esfuerzos de interdicción se extiendan hacia los precursores químicos y que la estrategia de la guerra contra la cocaína se enfoque hacia la eliminación de la demanda para terminar con la producción y el tráfico.
Extracción y preparación
Dependiendo del tratamiento químico que reciba lo que se conoce como pasta base (PBC), la cocaína puede extraerse en forma de hidrocloruro, clorhidrato o hidroclorito. En cualquiera de sus variedades la cocaína se presenta en forma de polvo blanco, cristalino e inodoro, con un sabor bastante amargo.
Durante la primera fase, llamada la salada, se mezclan las hojas con la potasa y se las deja reposar en un barril o en un hoyo para que comiencen a disolverse los alcaloides. En la segunda, la mojadura, el queroseno se vierte sobre las hojas hasta empaparlas y se agrega un poco de ácido sulfúrico diluido para que ayude a descomponer las hojas. La mezcla permanece así durante 36 horas, al cabo de las cuales los alcaloides flotan libremente en el queroseno que los absorbe. En la tercera fase, la prensa, se separa de las hojas todo el queroseno posible y mediante un sifón se trasvasa el queroseno a un barril y se desechan las hojas que han quedado negras y muertas. La penúltima fase, la guarapería, es la más delicada. Se agrega agua y ácido sulfúrico al queroseno y se deja reposar durante un día. El ácido penetra y separa los alcaloides que se disuelven en el agua. Al final, el queroseno está arriba y el guarapo abajo. Este guarapo es una solución de cocaína y demás alcaloides a la que se le agrega más potasa o amoniaco para conseguir que éstos se precipiten. El guarapo adquiere entonces un color blanco lechoso y está listo para pasar a la última fase: la secadería. Consiste en filtrar el precipitado. Para ello se utiliza una sábana y se deja secando al sol o con focos hasta que adquiere la consistencia del barro húmedo. A partir de entonces está lista para venderse como pasta base para hacer cocaína o para dejarse secar por completo y venderse como bazuko. Químicamente es estable y puede transportarse en cualquier clima sin que pierda su potencia.
Cocaína en polvo |
Laboratorio de cocaína descubierto en la selva. Imagen: La Razón |
Formas de consumo
La cocaína se consume normalmente de tres formas:
1- Absorbida por vía nasal “snifándola”. Si viene en grumos, la cocaína se pulveriza con cualquier navaja o tarjeta plástica. El polvo se coloca sobre una superficie plana formando líneas que mediante un tubo o un billete enrollado como tal, se van aspirando por una fosa nasal, mientras la otra se tapa con la mano; con una mini-cucharilla de unos 5 cm de largo, con pala de tamaño de una pequeña, en donde depositan la dosis, introduciéndosela en la fosa nasal para ser aspirada. También colocando la dosis a modo de hilera sobre una mesa y aspirándola por un tubo (por ejemplo un bolígrafo). Esta modalidad de consumo, a lo largo del tiempo, deteriora las membranas del tabique nasal, produciendo perforaciones.
2- Por inyección intravenosa. Tiene que tratarse de una cocaína con al menos 80%, pues existe el riesgo de contar con sustancias que no sean hidrosolubles. Se consume mediante inyecciones repetidas, con intervalos de 10 minutos. Esta modalidad general con frecuencia graves infecciones en la piel, por las áreas de los pinchazos.
3- Inyección de una mezcla de heroína y cocaína, llamada en argot speed-ball (bola rápida). La cocaína de esta forma contrarresta, por ser un estimulante, los efectos depresores de la heroína.
4- El free-base o base de cocaína: el polvo de cocaína también puede fumarse en base. Se llena con agua una cuchara hasta la mitad, se vierte una porción de cocaína por dos de bicarbonato y se calienta con un encendedor hasta que se forman unas piedras (cookies) que pueden fumarse en una pipa común o en alguna improvisada con latas o con antenas. También suele emplearse el amoníaco para confeccionar una especie de crack rudimentario.
Usos terapéuticos
La cocaína se consume normalmente de tres formas:
Típica estampa del consumo de cocaína. Imagen: recursosdeautoayuda.com |
2- Por inyección intravenosa. Tiene que tratarse de una cocaína con al menos 80%, pues existe el riesgo de contar con sustancias que no sean hidrosolubles. Se consume mediante inyecciones repetidas, con intervalos de 10 minutos. Esta modalidad general con frecuencia graves infecciones en la piel, por las áreas de los pinchazos.
Speed ball. Imagen: wiklipedia |
Consumo de cocaína en "base". Imagen: cannabismagazine.es |
Poco después de haber sido aislada, médicos y laboratorios recomendaban la cocaína como un "buen alimento para los nervios" destinado a combatir hábitos de alcohol, opio o morfina. En aplicación externa es un vasoconstrictor que corta hemorragias e inhibe la transmisión de impulsos en las fibras nerviosas. Debido a esto último se convirtió en el primer anestésico local de la cirugía moderna. Se la usaba en intervenciones oftálmicas y de otorrinolaringología hasta que el descubrimiento de otras substancias derivadas de la coca, como la benzocaína, la lidocaína y la procaína (comercializada con el nombre de novocaína), la sacaron de circulación. El uso de la cocaína en la medicina ha desaparecido.
Dosificación
Las dosis bajas de cocaína pura rondan entre los 50 y los 100 mg; las medias entre 150 y 200 mg; y las altas entre 250 y 500 mg. En consumidores no habituados, sobrepasar el gramo puede ser letal.
Dosificación
Las dosis bajas de cocaína pura rondan entre los 50 y los 100 mg; las medias entre 150 y 200 mg; y las altas entre 250 y 500 mg. En consumidores no habituados, sobrepasar el gramo puede ser letal.
Dilatación de pupilas, aceleración del ritmo cardíaco, alta tensión sanguínea, temblores, contracción de los músculos, potenciación muscular, convulsiones, pérdida de apetito, insomnio, agresividad, el individuo se rasca continuamente y a grandes dosis puede producir fallos respiratorios y cardíacos.dilatación de pupilas, disminución de la sensibilidad al frío, relajamiento muscular, aumento en la presión sanguínea y aceleración de la frecuencia cardiaca. Como resultado de la acción supresora en los centros reguladores de apetito en el cerebro, también se experimenta falta de apetencia. Como la cocaína es un vasoconstrictor, su inhalación constante provoca la degeneración del tejido local dañando la membrana mucosa. En caso de ser fumada habitualmente, ocasiona infecciones en las vías respiratorias e incluso puede llegar a provocar un edema pulmonar. Los síntomas de abuso comienzan pareciéndose a los de un resfriado crónico combinado con insomnio y pérdida de peso. En casos graves de abuso, se experimentan mareos, vómitos, irritabilidad, y alucinaciones con temas recurrentes como insectos que circulan bajo la piel; además de perforación del tabique nasal en caso de inhalarla, infecciones cutáneas en caso de inyectarla o hemorragias pulmonares en caso de fumarla. Otro peligro de esta droga es su efecto midriático, es decir, la dilatación anormal y permanente de la pupila. Mezclada con alcohol, produce cirrosis hepática.
Distintos tipos de lesiones provocadas por el consumo continuado de cocaína. Imágenes: El Mundo, infobae, artigoo. |
Efectos psicológicos
Elevación del humor, llegando a veces hasta una excitación eufórica; es corriente que al cocainómano se le presenten manías persecutorias, por lo que, unido a la agresividad desarrollada y su potencia muscular, se hace peligroso social y muy concretamente en el momento en que se ve acosado por los agentes de la Policía para su detención.
A grandes dosis produce alucinaciones y delirios paranoicos. Pasados los efectos euforizantes, que permanecen durante tres horas aproximadamente, el individuo entre en un estado depresivo que le incita a tomar la droga. Algunos consumidores de edad avanzada suelen consumirla para ver potenciadas sus facultades sexuales.
Potencial de dependencia
La documentación médica asegura que la cocaína no genera dependencia física; no obstante, la gran dependencia psiquica que despierta es inusualmente alta. En un experimento reciente con ratas a las que se les condicionó a pulsar una palanca que les proporcionaba una recompensa, lo hicieron 250 veces seguidas por la cafeína, 4,000 por la heroína y 10,000 por la cocaína. Cabría pensar que la tolerancia es muy alta, pero diversos estudios científicos han demostrado lo contrario, los usuarios pueden seguir tomando la dosis original durante largos periodos y experimentar aun la misma euforia. Sin embargo, algunos incrementan la dosis para intensificar y prolongar sus efectos. El uso frecuente ensancha tanto el margen de seguridad que se han registrado usuarios que utilizan dosis mayores a los 10 gramos, lo cual puede reducirse casi a la mitad si consideramos las adulteraciones.
En vista de que la cocaína no provoca adicción a nivel físico, su retiro no produce ningún síndrome abstinencial orgánico y los síntomas asociados al consumo prolongado se revierten con relativa rapidez.
La dependencia psíquica aparece enseguida, y así se dice, vulgarmente, que un heroinómano se fabrica en dos o tres meses, mientras que un cocainómano se fabrica en dos o tres días.
Efectos
No se han detectado daños genéticos en bebés cuyas madres usan cocaína habitualmente. Si la cocaína es inhalada se requieren algunos minutos para experimentar las primeras sensaciones que suelen durar aproximadamente 40 minutos; si se inyecta o se fuma el efecto es más rápido y más intenso pero dura menos tiempo. Hay personas que prácticamente no sienten nada, aun cuando consuman dosis relativamente fuertes; otras que jamás experimentan síntomas de dependencia aun cuando ensayen con frecuencia y algunas más que, por el contrario, presentan reacciones severas ante un solo ensayo. El sujeto experimenta durante un lapso de media hora a una hora un poco de euforia, locuacidad (de donde vendría en español el nombre de "perica" para la cocaína) y sensación general de bienestar y lucidez. Esta droga produce euforia, excitación, ansiedad, disminución de la fatiga, aumento de la capacidad de trabajo y sensación de mayor fortaleza física.
La documentación médica asegura que la cocaína no genera dependencia física; no obstante, la gran dependencia psiquica que despierta es inusualmente alta. En un experimento reciente con ratas a las que se les condicionó a pulsar una palanca que les proporcionaba una recompensa, lo hicieron 250 veces seguidas por la cafeína, 4,000 por la heroína y 10,000 por la cocaína. Cabría pensar que la tolerancia es muy alta, pero diversos estudios científicos han demostrado lo contrario, los usuarios pueden seguir tomando la dosis original durante largos periodos y experimentar aun la misma euforia. Sin embargo, algunos incrementan la dosis para intensificar y prolongar sus efectos. El uso frecuente ensancha tanto el margen de seguridad que se han registrado usuarios que utilizan dosis mayores a los 10 gramos, lo cual puede reducirse casi a la mitad si consideramos las adulteraciones.
En vista de que la cocaína no provoca adicción a nivel físico, su retiro no produce ningún síndrome abstinencial orgánico y los síntomas asociados al consumo prolongado se revierten con relativa rapidez.
La dependencia psíquica aparece enseguida, y así se dice, vulgarmente, que un heroinómano se fabrica en dos o tres meses, mientras que un cocainómano se fabrica en dos o tres días.
Efectos
No se han detectado daños genéticos en bebés cuyas madres usan cocaína habitualmente. Si la cocaína es inhalada se requieren algunos minutos para experimentar las primeras sensaciones que suelen durar aproximadamente 40 minutos; si se inyecta o se fuma el efecto es más rápido y más intenso pero dura menos tiempo. Hay personas que prácticamente no sienten nada, aun cuando consuman dosis relativamente fuertes; otras que jamás experimentan síntomas de dependencia aun cuando ensayen con frecuencia y algunas más que, por el contrario, presentan reacciones severas ante un solo ensayo. El sujeto experimenta durante un lapso de media hora a una hora un poco de euforia, locuacidad (de donde vendría en español el nombre de "perica" para la cocaína) y sensación general de bienestar y lucidez. Esta droga produce euforia, excitación, ansiedad, disminución de la fatiga, aumento de la capacidad de trabajo y sensación de mayor fortaleza física.
Formas de adulteración
La cocaína es quizá la droga más sujeta a sufrir adulteraciones. Hay dos tipos de cortes o adulterantes para la cocaína. Los cortes inactivos sirven para dar peso: lactosa, talco, bórax, laxantes o cualquier otra cosa que se parezca a la cocaína y no tenga efectos colaterales perceptibles de manera inmediata. Para compensar la potencia perdida en la adulteraciones, se le añaden también cortes activos, que pueden ser de dos clases: excitantes (anfetaminas en polvo) para que tenga una subida fuerte y congelantes (novocaína o benzocaína) para imitar el efecto característico de adormilar la boca de la auténtica cocaína. Un traficante sabe muy bien que hay muy poca gente que entienda algo de cocaína, y menos aún que la haya tomado pura alguna vez. La norma de calidad de un usuario se basa en lo que ha esnifado la última vez. Si uno quiere anfeta, se la da; si busca el "congelamiento" le da novocaína. Los hay que piensan que los grumos son indicio de pureza: el vendedor humedece la coca. El que maneja cantidad, el que compra y vende kilos, corta el producto con bórax, porque es sumamente pesado.
En términos generales el que distribuye la mercancía por kilos la corta para dejarle una pureza de entre 85 y 80%; el que la compra en kilos y la vende en cantidades grandes la corta con anfetamina y algún anestésico derivado de la coca para dejarla entre 70 y 60%; el que la compra en cantidades y la vende en gramos, la corta con lo que se le ocurre, incluyendo tiza o talco, y/o nuevamente procaína y novocaína que siendo substancias un 70% más tóxicas que las anteriores y que añaden además dificultades de solubilidad haciendo más peligrosa su administración intravenosa y la dejan con sólo un 30 a 40% de cocaína. Si es que pasa por un revendedor más puede acabar hasta en un 20%. El caso es que el consumidor que compra por gramos, rara vez recibe más allá del 50% de cocaína pura, la cantidad acostumbrada en las muestras callejeras actuales oscila entre el 20 y el 40%.
Se cree que un modo elemental de detectar la adulteración es probando la droga; se supone ingenuamente que al contacto con los labios y la lengua, la cocaína los adormece. Esto nunca es una garantía porque como ya se señaló, el efecto puede estar provocado por lidocaína o procaína. La presencia de grumos también es un mito, en realidad estos grumos se deben a la humedad y se forman con todas las sustancias con las que pueda estar cortada, al igual que se cristaliza el azúcar húmedo.
Sobredosis
Los síntomas de una intoxicación cocaínica son: excitabilidad, escalofríos, respiración irregular, alucinaciones, delirios de persecución y en caso fatal, convulsiones, trastornos circulatorios y paro cardiaco. Si la cocaína fue aplicada por la nariz hay que lavar las fosas nasales, si fue inyectada, hay que retardar su absorción mediante torniquetes y compresas de hielo en el sitio de aplicación mientras se solicita auxilio médico. La paranoia debida a una intoxicación aguda por cocaína se trata con haloperidol (Haldol) y las convulsiones se controlan con diacepam (Valium).
Régimen legal actual
La coca y la cocaína están prohibidas, pertenecen a la Lista I. Para fines médicos y científicos Perú y Bolivia pueden cultivarla legalmente. Sólo unos cuantos laboratorios transnacionales tienen permiso de procesarla, ya que de ella se derivan, además del hidroclorito de cocaína, varios anestésicos locales como la lidocaína, la procaína y la hidrocaína, substancias todas con las que los narcotraficantes suelen cortar un gran porcentaje de toda la enorme cantidad de cocaína que circula en el mercado negro.
EL CRACK
Historia
El crack es la droga más adictiva que existe, y su aparición es un fenómeno relativamente reciente. En 1985 el New York Times menciona por primera vez "una nueva forma de droga llamada crack." Mientras los medios de comunicación comparan la dispersión del crack con las plagas de la Europa medieval, los investigadores descubren que el uso de este psicoactivo no es una epidemia nacional. A partir de entonces el fenómeno ha seguido creciendo y no se tienen indicios de hasta dónde va a parar.
Si en 1.974 algún químico de California propuso la técnica de transformación del clorhidrato de cocaína en “free-base”, en la década de los 80 algún otro químico encontró la forma idónea de su presentación. Así apareció el crack, polvo blanco, coagulado, de aspecto de porcelana con una pureza media del 93%, que elimina la necesidad de los preparativos y consiguientes riesgos de la base de cocaína.
El crack es el precipitado resultante de añadir amoníaco a una solución acuosa de clorhidrato de cocaína. Este preparado no se destruye a temperatura moderada, funde a 98º C y se vaporiza a altas temperaturas. Es el fabricado idóneo para ser fumado bien en pipa de free-base o bien triturado y mezclado con tabaco en cigarrillo.
Identificación
El crack se presenta en forma de rocas cristalinas de color blanco o amarillento.
El principio activo del crack es también la cocaína. Como ya expuse la pasta base puede producirse rociando las hojas secas de coca con potasa, agregándoles después queroseno y posteriormente ácido sulfúrico y agua. Des la segunda mitad de los ochenta, la pasta base se dejó secar y comenzó a venderse como bazuko. Ya en los noventa, la pasta seca o bazuko se diluye en una solución de amoniaco precipitada con éter. La mezcla se calienta, se filtra y toda vez seca se convierte nuevamente en rocas pero esta vez son blancas: rocas de crack.
Efectos
Los efectos del crack son instantáneos (en menos de 10 segundos llega al cerebro) pero éstos desaparecen en unos cinco minutos, circunstancia que obliga a una reiteración en su uso, mucho más frecuente que en los casos de la inhalación o inyección de la cocaína tradicional. Esta droga no tiene utilidad médica alguna.
Dosificación
Consumidor de crack con la "pipa". Imagen: ladrogradiccionyaird.wordpress |
Las concentraciones psicoactivas de esta droga no son constantes porque depende de su pureza y por lo mismo resulta muy difícil calcular su dosificación. Los usuarios suelen fumar las rocas de crack en pipas de cristal cuya capacidad es de aproximadamente 2 gramos. Durante una inhalación se consumen entre 80 y 100 mg. Estas inhalaciones pueden repetirse cada cinco minutos hasta que el consumidor siente el efecto deseado (o lo termina, lo que ocurra primero).
Efectos psicológicos y fisiológicos
Según la Organización Mundial de la Salud fumar crack produce: considerable euforia o estimulación del sistema nervioso central casi inmediatamente. A los pocos minutos la euforia es reemplazada por ansiedad, miedo, depresión o apatía considerables. Estos efectos psicológicos desagradables (disforia) pueden combatirse fumando más, con lo que la persona adquiere la necesidad de utilizar la droga continuamente, durante muchas horas, para sentirse de nuevo relativamente bien aunque raramente volverá a presentar la embriaguez o euforia iniciales. Los usuarios describen este tipo de reacción como ansiedad, pero en realidad es un estado complejo de angustia asociado con una necesidad imperativa de fumar más. Si el individuo sigue fumando puede llegar a tener alucinaciones, percepciones ilusorias, ideas paranoides o un comportamiento francamente psicótico. Cuando las personas empiezan a usar la droga pueden limitar su uso a una o dos veces por semana; sin embargo, en la mayoría de los casos esta frecuencia aumenta gradualmente hasta que la persona se ve obligada a fumar intensamente todos los días, llevada por una necesidad irreprimible.
Fumar crack provoca insensibilidad, sequedad de boca, sensación de ardor en los ojos, sudoración, palpitaciones, dolor de cabeza, contracciones musculares, aumento en los reflejos y dilatación de las pupilas.
El uso crónico produce irritabilidad, insomnio, pérdida de peso, hipertensión, arritmia cardiaca, temblores, indiferencia sexual, accesos crónicos de tos, paranoia creciente, delirios de parasitosis, percepciones visuales miniaturizadas (micropsia) e infecciones pulmonares que pueden desencadenar en edema. Se ha comprobado que el uso de crack por mujeres embarazadas puede provocar deterioro fetal, retardo en el crecimiento intrauterino y parto prematuro. Los niños nacidos en estas condiciones, parecen estar destinados a sufrir conductas anormales. Los "bebés del crack", como empieza a conocérseles, tienen problemas para jugar y hablar con los otros niños, operan sólo en un nivel instintivo. Algunos tienen temores y periodos en que se desconectan del mundo.
Potencial de dependencia
El crack produce una tolerancia muy alta que se desarrolla con extrema facilidad. Aunque hay informaciones contradictorias, la mayoría de los investigadores afirman que el crack no provoca adicción en el sentido físico, pero sí una grave dependencia psicológica cuyo síndrome abstinencial se manifiesta por insomnio, fatiga, apatía y depresión grave.
Efectos
La intoxicación es tremendamente más fuerte que con la cocaína, mucho más rápida, y sus efectos estimulantes, de una mayor euforia y mucho más adictiva. Se considera la droga que crea más adicción en el ser humano, siendo su enganche instantáneo. El siguiente paso, el de la alucinosis, que sufre el toxicómano al seguir consumiendo droga para eliminar los efectos de la “disforia”. Tras fumar grandes cantidades, se producen alucinaciones de contenido paranoide. Tras semanas de consumo frecuente se deriva en una “psicosis” en la que continúan las alucinaciones, que generan en intensa agresividad con intentos de homicidio y ansiedad que puede llevar al suicidio.
Sobredosis
La sobredosis puede causar paro cardiaco o paro respiratorio ocasionado por la vasoconstricción, por lo que cualquier sospecha debe considerarse como urgencia médica. Mientras tanto conviene mantener despejadas las vías respiratorias y aplicar respiración artificial en caso necesario.
Régimen legal actual
El crack es una sustancia prohibida, perteneciente a la Lista I. En el caso de esta droga virtualmente no existen fines científicos y no hay ningún uso médico. Lo peor del caso es que tampoco hay estudios suficientes respecto al uso de esta droga y sus consecuencias.
Hay otra forma de obtención, semisintética a partir de otro de los alcaloides de la coca, la ecgonina. Es especialmente abundante en la variedad de la coca de Java, que a su vez es pobre en alcaloide de cocaína; éste procedimiento se utilizó con frecuencia antes de la 2ª Guerra Mundial. Calentando la ecgonina en solución alcohólica de metílico, en presencia de ácido benzoico en una corriente de gas clorhídrico puro y seco, se obtiene la metil-ecgonina que reacciona a su vez con el cloruro de benzoilo, para dar la metil-benzoil-ecgonina o cocaína.
El interés por conseguir la producción de la cocaína sintética, sin recurrir a la hoja de coca, se consiguió a principios del siglo XX por Willstäter en 1.902, después de una largo, complicado y poco rentable procedimiento.
ECGONINA, COCAÍNA SEMISINTÉTICA
Hay otra forma de obtención, semisintética a partir de otro de los alcaloides de la coca, la ecgonina. Es especialmente abundante en la variedad de la coca de Java, que a su vez es pobre en alcaloide de cocaína; éste procedimiento se utilizó con frecuencia antes de la 2ª Guerra Mundial. Calentando la ecgonina en solución alcohólica de metílico, en presencia de ácido benzoico en una corriente de gas clorhídrico puro y seco, se obtiene la metil-ecgonina que reacciona a su vez con el cloruro de benzoilo, para dar la metil-benzoil-ecgonina o cocaína.
El interés por conseguir la producción de la cocaína sintética, sin recurrir a la hoja de coca, se consiguió a principios del siglo XX por Willstäter en 1.902, después de una largo, complicado y poco rentable procedimiento.
DIETILAMIDA DE COCAÍNA, LA COCAÍNA SINTÉTICA
Por último, citar la dietilamida de cocaína, un derivado sintético de ésta, que en la experimentación animal como estimulante del SNC ha demostrado ser cuatro veces más potente. En España se desmanteló hace unos años un laboratorio clandestino de cocaína sintética.
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